La segunda generación del SUV Audi Q7 recibe una completa actualización tras sus primeros cuatro años de vida. En este caso hay que hablar de mucho más que un ‘restyling’ de la carrocería (que apenas ha variado un centímetro de longitud), porque incorpora nuevos motores y -sobre todo- un paquete tecnológico que afecta tanto al bastidor dinámico como a la seguridad y confort de los ocupantes.

Audi ha elegido la verde Irlanda y sus tortuosas carreteras para presentar en sociedad el renovado Q7 con una enorme lista de novedades. La gran carrocería familiar de cinco metros de largo y casi dos de ancho apenas ha variado, aunque los estilistas de Audi han incorporado una buena dosis de su trabajo en exterior e interior. La calandra octogonal Singleframe típica de la marca se complementa con los nuevos paragolpes, estribos, aletines y trasera, así como con faros con sistema Matrix LED (opcionales), que le confieren un aire nuevo aún más SUV. 

Su interior puede configurarse con cinco o siete plazas y la capacidad del maletero oscila entre los 865 litros y los 2.050. Obviamente, los pasajeros de un Q7 pueden disponer de ergonómicos, calefactables y masajeantes asientos delanteros, pero también de plazas traseras con regulación individual, o de una tercera fila con accionamiento eléctrico. Todo ello para disfrutar cómodamente del viaje, con climatizador de cuatro zonas (dotado de ionizador y ambientador), sistema de audio Bang & Olufssen 3D, aislamiento acústico con cristales dobles o confortables tapicerías de múltiples materiales de primera calidad.

Puede que alguien elija al Audi Q7 para ir sentado detrás… pero es un desperdicio: donde más se disfruta es al volante. La marca alemana ha dotado a esta versión actualizada de todo lo mejor procedente de su Q8: treinta ayudas a la conducción (incluida la semiautónoma) guiadas por cámaras y sensores de radar 360º, suspensión y dirección activas, tracción total inteligente y una nueva gama de motores diésel y gasolina con hibridación de última generación.

El nuevo salpicadero incluye un cuadro digital de 12,3 pulgadas con dos modos de visualización más un ‘head-up display’ proyectado sobre el parabrisas y, además, dos pantallas digitales (de 10,1 y 8,6 pulgadas a todo color) sobre la consola central, con funciones hápitica y acústica de accionamiento y el sistema operativo MMI Touch Response. Desde ahí se controlan todas las funciones, del infoentretenimiento a los reglajes dinámicos, ya que el Q7 ofrece siete programas de conducción (auto, comfort, dynamic, individual, allroad y offroad), que actúan sobre el motor, el cambio, la suspensión, la dirección y la plataforma electrónica de control de chasis. 

El Audi Q7 está disponible con la última suspensión neumática que se adapta al terreno y que varía la altura de la carrocería hasta los 245 mm si circula por zonas abruptas, o la baja hasta 90 mm en autopista; también puede ir acoplada a las nuevas barras estabilizadoras activas, que controlan el balanceo de la carrocería. 

El bastidor del Audi Q7 es una joya tecnológica: obviamente cuenta con tracción Quattro que parte del cambio Tiptronic automático de ocho velocidades (también con levas de accionamiento manual en el volante), con diferencial central autoblocante y regulación electrónica de tracción de cada una de las ruedas. Pero también con dirección a las cuatro ruedas, de modo que las traseras giran hasta cinco grados en sentido opuesto a baja velocidad y en el mismo sentido que las delanteras a alta velocidad. Eso se traduce en una mayor agilidad rutera y urbana: parece que se trata de un chasis más corto, cuando tiene más de 2,9 metros de distancia entre-ejes.

La carrocería se ha construido combinando distintas aleaciones: acero de alta resistencia en su espina dorsal y aluminio en todo el exterior. Con ello se ha controlado el peso final. No obstante, el Audi Q7 va dotado de generosos frenos, con discos de acero o cerámicos (opcionales) de 17″ de diámetro y grandes pinzas en consonancia, dentro de enormes llantas que van de 18 a 22 pulgadas de diámetro.

Para la motorización, la marca alemana ha optado por una gama de propulsores V6 turbo de gasolina y diésel homologados Euro 6d TEMP, apoyados por una hibridación MHEV de 48 voltios con alternador-arrancador y batería de iones de litio, capaz de generar hasta 8Kw y ahorrar hasta 0,7 litros de combustible a los 100 Km. Los dos turbodiésel tienen 3 litros de cilindrada y potencias de 231 (45 TDi) y 286 CV (50 TDi), con par-motor de 500 y 600 Nm respectivamente. El V6 3 litros de gasolina (55 TFSI) proporciona 340 CV y 500 Nm, capaces de propulsar al Q7 de 0 a 100 en menos de 6 segundos y superar los 250 Km/h (autolimitados). Una versión enchufable sobre el V6 TFSI se incorporará en los próximos meses.

Desde septiembre se podrá adquirir en España -de partida sólo los dos TDi y después el TFSI- en su amplia gama de 12 colores diferentes y en tres versiones muy equipadas: la Básica, la S Line (con llantas de 20″) y la Black Line (con 21″), con una gama de precios que parte de los 71.000 euros.

Fuente: Marca.com