El fabricante japonés de automóviles  Honda inauguró este miércoles una nueva planta en Brasil, con capacidad para fabricar 120,000 vehículos al año y en la que comenzó a producir el modelo Fit, tres años después de haberla construido y de haberla mantenido cerrada por la crisis del sector.

La fábrica fue inaugurada en Itirapina, municipio en el interior del estado de Sao Paulo, unos 200 kilómetros de distancia de la capital regional y a unos 100 de la planta que  Honda posee desde 1997 en la ciudad de Sumaré y donde fabrica los modelos Civic, Fit y City.

La nueva planta, más moderna y productiva, asumirá la producción de todos los vehículos que Honda fabrica en  Brasilhasta el 2021, mientras que la de Sumaré, también en el estado de Sao Paulo, será destinada a la producción de componentes, explicaron los dirigentes de la multinacional japonesa en la ceremonia inaugural.

Tras haber transferido la producción del compacto Fit a la fábrica de Itirapina, Honda también comenzará a producir en su nueva planta el modelo HR-V, lo que está previsto para diciembre próximo. 

Honda explicó en un comunicado que la planta inició operaciones de forma experimental el 27 de febrero pasado y que el proceso ya está consolidado, con 90 vehículos fabricados por día, por lo que decidió marcar una ceremonia formal de inauguración. 

En el acto de este miércoles participaron el presidente de Honda para Sudamérica, Issao Mizoguchi; el vicepresidente sénior de Honda Brasil, Hiroshi Saito; el gobernador del estado de Sao Paulo, Joao Doria, y el alcalde de Itirapina, José María Cándido. 

«Es un gran orgullo inaugurar la segunda fábrica de automóviles de Honda en Brasil. Esta nueva unidad, más eficaz y productiva, es fruto de inversiones para fortalecer nuestra estructura de producción y demuestra el compromiso de largo plazo de la empresa con el país», aseguró Mizoguchi. 

La empresa dijo haber invertido cerca de 1,000 millones de reales (unos US$ 256 millones) para montar la nueva planta en un terreno de 5.8 millones de metros cuadrados, adquirir todos los equipos y construir una edificación administrativa. 

La planta funcionará en dos turnos y generará 2,000 empleos directos. 

La fábrica inaugurada ahora comenzó a ser construida en 2013 y fue concluida a finales de 2015, pero  Honda decidió mantenerla cerrada debido a la entonces crisis del sector automotor en Brasil, que sufrió en 2015 y 2016 la mayor recesión de su historia.

Mizoguchi aclaró que, además del aumento de las ventas y de la recuperación del sector en  Brasil, para la decisión de ponerla finalmente en funcionamiento contó especialmente la propia tecnología de la planta.

El ejecutivo dijo, no obstante, que, pese a la recuperación, Brasil aún está lejos del nivel récord de ventas que alcanzó en 2013. 

Honda aprovechó la ceremonia para anunciar igualmente la expansión de las operaciones de Honda Energy, otra subsidiaria en el país dedicada a la generación de energía eólica, incluyendo la construcción de diez torres aerogeneradoras en Itirapina para abastecer la demanda de energía de la nueva fábrica. 

El gobernador de Sao Paulo aseguró que la recuperación del mercado en Brasil permitirá que el estado más industrializado del país recupere parte de la producción de automóviles que perdió en los últimos años. 

El pasado 19 de marzo, y gracias a un programa de incentivos fiscales impulsado por la gobernación de Sao Paulo, la estadounidense General Motors anunció que invertirá 10,000 millones de reales (unos 2,564 millones de dólares) hasta 2024 en sus dos plantas en Sao Paulo, tras haber estudiado la posibilidad de reducir su producción en Brasil y despedir a miles de empleados. 

La gobernación de Sao Paulo estudia igualmente medidas para compensar la decisión de Ford de cerrar su planta de camionetas en el estado más rico y poblado de Brasil.

Fuente: Gestión