En algunos mercados europeos como el italiano, la empresa FAW está experimentando contratiempos con la empresa conjunta (joint venture) Silk-FAW, que creará el superdeportivo S9. Algo que en el resto de Europa no sucede, a la vista del gran impulso que está teniendo el fabricante chino.
Precisamente, de los modelos del gigante asiático, la referencia es el SUV eléctrico E-HS9 de Hongqi, la marca de lujo de FAW, que, después de Noruega, también ha aterrizado en el mercado neerlandés.
Amplio y potente
El E-HS9 mide 5,20 metros de largo, 2,01 metros de ancho y 1,73 metros de alto. Para que te hagas una idea, las proporciones son muy similares a las del BMW X7 y el Mercedes-Benz GLS, pero el estilo parece inspirado en el del Rolls-Royce Cullinan.
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De hecho, el diseño cuadriculado y los interminables cromados recuerdan vagamente al SUV británico, aunque el Hongqi hace un mayor uso de los ángulos y las inserciones afiladas, especialmente en el frontal.
El todocamino oriental está disponible en configuraciones de 6 o 7 plazas y el habitáculo del E-HS9 transmite sensación de gran amplitud y tecnología de última generación.
El salpicadero está dividido por tres pantallas separadas para el cuadro de instrumentos, el sistema de infoentretenimiento y la visualización para los pasajeros; además, en el centro (cerca de la palanca de cambios) hay una pantalla adicional para gestionar el climatizador.
Hay dos motores disponibles, ambos con tracción total. El nivel de entrada es una versión con una batería de 76,5 kWh de capacidad, dos motores que suman 436 CV y una autonomía de 396 km.
Por encima, la versión tope de gama tiene una batería de 90 kWh y tracción total eléctrica, mediante dos motores, que le proporcionan una potencia máxima de 551 CV, con 465 kilómetros de autonomía y un tiempo de 4,9 segundos en la maniobra de aceleración de 0 a 100 km/h.
Todavía no se han anunciado los precios para los Países Bajos. En Noruega, sin embargo, la lista comienza en torno a los 65.000 euros, así que esa cantidad no debería diferir mucho en el caso holandés.
El caso Silk-FAW
Mientras tanto, en Italia, a FAW no le va tan bien. El proyecto italiano-chinoamericano Silk-FAW sigue sin desarrollarse y los continuos retrasos han llamado la atención de las autoridades judiciales. La Fiscalía de Reggio Emilia ha recibido instrucciones de realizar investigaciones fiscales sobre la operación, dado también que la empresa ha recibido 4,5 millones de euros en fondos públicos y numerosas concesiones.
En un principio, la construcción de la planta de Gavassa debía comenzar el 5 de julio, pero ahora se habla del 5 de septiembre. Además, en los últimos días, 17 empleados habrían emprendido acciones legales contra la empresa, solicitando que se la declare en rebeldía por dos mensualidades impagadas. Por si fuera poco, el Ayuntamiento de Reggio Emilia exige explicaciones por los alquileres impagados de algunas oficinas alquiladas.
Fuente: Motor1.com