Actualmente, los SUV se han transformado en sinónimo de automóvil familiar dado que son vehículos sumamente seguros, espaciosos y con una dinámica de conducción eficiente y versátil. En el caso de BMW, la marca se introdujo en el segmento y creó su propia denominación SAV (Sport Activity Vehicle) con el BMW X5, modelo que destacó especialmente por la alta posición de los asientos y una experiencia de manejo impecable tanto en carretera como en ciudad, lo que, complementado con un interior espacioso, versátil y lujosamente equipado convertía al pionero de la familia X en un prometedor todoterreno.

Otro atributo diferenciador de este modelo -y de la familia X de BMW- es que cuentan con una suspensión independiente, y en el caso de BMW X5, según versión, incluye una suspensión neumática que entrega distintas alturas al vehículo, lo que junto al sistema xDrive permite distribuir la tracción hacia las ruedas delanteras y traseras de forma óptima, lo que ofrece una conducción más segura, respaldada por un sistema de seguridad inteligente con funciones como el aviso de salida de carril.

Los modelos X de BMW tienen implementados el sistema de tracción xDrive, que optimiza la tracción en carreteras sin pavimentar y en condiciones climáticas adversas, además mejora la dinámica de conducción al tomar curvas.

Una ventaja de BMW frente a modelos de la competencia del segmento premium, es que su sistema compensa las pérdidas de tracción y hace que se adhieran al terreno entregando mayor precisión y control en la conducción.

El segmento X de BMW permite disfrutar del placer de conducir en familia, realizando trayectos seguros y cómodos, donde el vehículo vive una alta exigencia que le permite mostrar su performance y atributos en cualquier escenario.

Fuente: La Tercera.com