La quinta generación del SUV japonés recibe a su variante más respetuosa con el medio ambiente, un híbrido que llegará a los concesionarios a principios del próximo año y que promete ofrecer un rendimiento y eficiencia de lo más elevado.
Durante el pasado verano tuvimos el gusto de ponernos a los mandos de la quinta generación del Honda CR-V, un modelo que fue presentado a principios de año en el Salón de Ginebra y que ahora nos presenta una de sus variantes más eficientes e interesantes, la cual recurre a un sistema de propulsión híbrido.
Primero se adelantó con un prototipo y ahora ha llegado el turno de conocer al Honda CR-V Hybrid. Como su nombre indica, estamos ante una versión electrificada del popular SUV japonés, diferenciándose del resto de variantes por su insignia específica ubicada en la zaga y por la presencia de unas llantas de aleación de 19 pulgadas. Además, estará disponible en un total de ocho colores exteriores distintos.
El CR-V Hybrid incluye la tecnología Multi Mode Drive de Honda (i-MMD) que combina dos motores eléctricos, un motor de gasolina de ciclo Atkinson, una batería de iones de litio y una transmisión de engranaje fijo. El fabricante de automóviles afirma que esta configuración proporciona «altos niveles de refinamiento, capacidad de respuesta y eficiencia».
EL SISTEMA DE TRACCIÓN TOTAL DE HONDA PERMITE DESCONECTAR EL EJE TRASERO CUANDO SE BUSCA UNA CONDUCCIÓN EFICIENTE, SIEMPRE Y CUANDO NO SE NECESITE ENVIAR ENERGÍA A LAS RUEDAS POSTERIORES.
El propulsor de gasolina de ciclo Atkinson i-VTEC de 2.0 litros produce 145 CV a 6.200 rpm y 175 Nm de par máximo. Este, va asociado a un motor eléctrico para así poder ofrecer de manera conjunta una potencia de 184 caballos y un par de 315 Nm. Honda pone a disposición de los clientes dos tipos de configuraciones, es decir, una de tracción delantera y otra de tracción total, ofreciendo unas cifras de consumos comparables a los modelos de gasóleo.
En este sentido, el FWD (Front Wheel Drive) tiene un promedio de 5,3 litros a los 100 kilómetros y unas emisiones de CO2 de 120 g/km, mientras que la variante de tracción total ofrece un consumo de 5,5 l/100 km y emite 126 g/km de CO2. Si hablamos de rendimiento, el primero puede acelerar hasta los 100 km/h en 8,8 segundos, empleando cuatro décimas más el segundo (9,2 s). La velocidad máxima, por su parte, es idéntica en ambos casos, es decir, 180 km/h.
LAS BATERÍAS DE LITIO PERMITEN OFRECER UNA AUTONOMÍA EN MODO PURAMENTE ELÉCTRICO DE 2 KILÓMETROS.
La firma japonesa afirma que el rendimiento fuera de la carretera también se ha mejorado gracias a un aumento en la distancia libre al suelo. En concreto, tanto los modelos de tracción delantera como los de tracción total se benefician de un incremento de 27 milímetros con respecto a la generación anterior, ofreciendo el FWD una altura al suelo de 182 mm, mientras que los AWD presentan una distancia de 192 milímetros.
A la hora de ponerse al volante, la tecnología i-MMD permite elegir entre tres modos de funcionamiento distintos: EV Drive, Hybrid Drive y Engine Drive. En EV Drive, la batería de iones de litio suministra energía directamente al motor de propulsión eléctrica. En Hybrid Drive, el motor de combustión está encendido y proporciona energía a un motor eléctrico que actúa como generador, que a su vez la envía al bloque eléctrico encargado de la propulsión. Finalmente, en Engine Drive, la unidad de gasolina se conecta directamente a las ruedas a través de un embrague mecánico.
Por el momento se desconocen los precios de esta variante electrificada aunque sí sabemos que su llegada a los concesionarios se producirá durante el primer trimestre del próximo año
Fuente: Caranddrive