Después de al menos dos tandas de adelantos, la noche de este lunes Hyundai introdujo la cuarta generación del Tucson. El vehículo más vendido globalmente de la marca surcoreana, con más de siete millones de unidades desde 2004, es una reinvención total a nivel de diseño y también de ingeniería, puesto que ahora el familiar que se ubica por debajo del Hyundai Santa Fe llega en motorizaciones a combustión, híbridas e híbridas enchufables.

“Estamos maravillados de presentar el nuevo Tucson, el último modelo en la transformación SUV de Hyundai”, dijo Thomas Schemera, vicepresidente ejecutivo de Hyundai Motor Group. “Este excitante modelo fija un nuevo hito de innovación en este segmento, entregando una impresionante etiqueta en diseño, tecnología, equipamiento y rendimiento”.

Diseño jugado

Tal como había dicho la marca hace unos días, el Hyundai Tucson de cuarta generación encarna el ADN de Sensuous Sportiness de la firma. Tiene en el frontal un diseño inspirado en la alta joyería, pensado para diferenciarse en un segmento archicompetitivo. Las luces dentro de la parrilla son visibles únicamente cuando están encendidas.

En la retaguardia también se recoge esta impronta, donde una luz que recorre todo el ancho se conjuga con triángulos solo visibles al estar iluminados. Para mayor limpieza visual, explica Hyundai en su comunicado, el tradicional logo de la marca se movió hacia arriba para integrarse a la altura de la luneta. Otro gran cambio es la plumilla trasera, que ahora, cuando no está funcionando, queda escondida bajo el spoiler.

De costado, llama la atención una silueta más que particular, pues la trompa parece crear la impresión lateral de un caparazón, terminando en la mitad de la puerta del conductor y acompañante. Desde ese mismo punto, luego nace una línea de cintura ascendente que en el portalón se une con la citada luz que abarca toda la vista trasera. Los pasos de rueda, por su parte, no son ni redondos ni tampoco semejantes.

Hyundai dispondrá de una paleta de siete colores (seis son nuevos) para los modelos de motor bencinero: White Cream, Phantom Black, Shimmering Silver, Nocturne Gray, Amazon Gray, Flame Red e Intense Blue. Para los Tucson híbridos convencionales e híbridos enchufables son cuatro alternativas: White Cream, Phantom Black, Shimmering Silver e Intense Blue.

El comunicado no hace mención a motores diésel y se limita a mencionar un motor aspirado 2.5 litros de cuatro cilindros (190 Hp), pareado a una caja AT8, y otro 1.6 litros turbo de 180 Hp, que funcionará con una transmisión automática CVT. De todos modos, se espera que exista un único propulsor turbodiésel también de 1.6 litros, con 116 Hp, aunque pensado para el mercado europeo.

Las versiones híbridas -convencional, suave y enchufable, se combinan con los bloques 1.6 de bencina o diésel.

Completo en asistencias

El documento de Hyundai enumera una larga lista de ayudas a la conducción que estarán presentes en el Hyundai Tucson 2021. Entre ellos están el asistente de colisión frontal con detección de peatones, asistente al mantenimiento de carril, monitor de punto ciego, monitor 360º, frenado de emergencia trasero, estacionador remoto, asistente de fatiga del conductor, entre otros.

En cuanto a equipamiento, habrá una pantalla central táctil de 10.25″ con emparejamiento a Android Auto y Apple CarPlay y otra de las mismas dimensiones que funciona como panel de instrumentos. En opciones más altas, el sistema de audio será uno firmado por Bose.

Por último, Hyundai comunicó que el último Tucson estará a la venta desde este mismo mes “en Corea del Sur, en tanto que llega a Estados Unidos y el resto de mercados globales en la primera mitad de 2021”. Asimismo, como en la actual tercera generación (que en diciembre sumó motorización turbo), Hyundai también ofrecerá “más adelante” un Tucson N Line (la marca ya lo prueba en secreto).

Fuente: La Tercera