La actualización del Honda Pilot es mucho más que un cambio estético, es en esencia un cambio de mentalidad, uno que hace de la tecnología un punto vital en el camino hacia el futuro. Probamos sus bondades en una ajetreada semana, con caminos complejos e invitados especiales.


Personalmente, prefiero los autos más pequeños, por su versatilidad, maniobrabilidad y, evidentemente, por lo fácil que resulta encontrar estacionamiento. Así que mi semana con el Honda Pilot se veía como un gran desafío desde el comienzo.

La primera prueba fue sacar sus 4.991 mm de largo de un estrecho estacionamiento subterráneo. Además de tomar algo de crédito por las maniobras, debo decir que los múltiples sensores de proximidad facilitaron la tarea, la primera de una seguidilla que no se detendría en cinco días que duró la prueba.


A pesar de sus grandes dimensiones y del prejuicio que conllevan, hay que decir que es bastante sencillo acostumbrarse a este vehículo. La dirección copia eficientemente los requerimientos del conductor, tanto en ciudad como en carretera, lo que a ratos hace olvidar que estamos al mando de un vehículo de casi dos toneladas.

Fuente: La Tercera.