¿Se puede tener un auto más negro que el negro? El fabricante alemán BMW parece haber conseguido la respuesta. Y es sí.
La tercera generación de su SUV X6, cuyo estreno oficial se hará en septiembre en el Salón de Frankfurt, será presentada allí con una excentricidad que no se vincula con el confort interior de este auto, que de por sí es lujoso, sino en su carrocería: está pintado en Vantablack, el negro más oscuro que jamás se haya desarrollado.
Este tono logra evitar el reflejo de otros colores, por lo que este negro jamás será contaminado por ningún haz de luz y así mantendrá su característica casi abismal.
BMW vuelve a sorprender con este SUV de súper lujo, que está cumpliendo diez años desde su aparición, al revelarlo con una excentricidad que le confiere una exclusividad aún más elevada, ya que esta tonalidad no es precisamente económica, sino, por el contrario, fue creada para facilitar el trabajo en la ingeniería espacial.
De hecho, este vehículo es el primero y único en el mundo que estará así pintado, ya que la marca bávara se reservó esta particularidad para sorprender con la presentación del modelo. Y este vehículo en particular estará en el stand que BMW tendrá en Frankfurt.
La tercera generación del X6 estará disponible desde noviembre en el mercado europeo. Y como BMW ya en julio había revelado la novedad, se guardó una carta para sorprender en la exposición más importante de la industria europea.
Así, el auto más negro del mundo será una de las atracciones en Frankfurt. Se trata del fruto de la colaboración de la marca alemana con Surrey NanoSystems, los inventores del Vantablack.
Y será toda una atracción porque en tiempos en los que se busca ofrecer tecnología tridimensional y hasta cuatridimensional, esta pintura permite no sólo una oscuridad casi completa, sino que además le otorga al objeto una forma casi bidimensional en la percepción ocular.
Una pintura única
La empresa Surrey NanoSystems asegura que una superficie recubierta en Vantablack pierde sus características definitorias para el ojo humano, con objetos que aparecen en dos dimensiones. El cerebro interpreta de esta forma que se podría estar mirando un agujero o incluso un vacío, por lo que el Vantablack hasta podría ser contraproducente para un fabricante de autos, ya que virtualmente elimina todos los detalles y aspectos destacados del diseño.
Lo hace gracias a su estructura, compuesta por nanotubos de carbono cuyo diámetro es el de un átomo, y de ahí su nombre (Vertically Aligned NanoTube Array black). Según explica Surrey NanoSystems, en un centímetro cuadrado hay unos 1.000 millones de estos nanotubos, con lo que forma así una matriz que absorbe los fotones que componen la luz y no los deja escapar (es decir, no la refleja). Así, de acuerdo a la empresa, el Vantablack es lo más parecido a un agujero negro que existe.
Esta tonalidad no se creó para conseguir el material más negro del planeta, sino que esta característica le permite ser aplicado en componentes del equipamiento espacial, como por ejemplo el interior de los telescopios de largo alcance, porque evitan la luz.
Y se aplicó en una unidad del nuevo X6. Este modelo, en su tercera generación, llega con una batería de elementos de lujo que lo convierten en un vehículo muy apreciado. Motorizaciones que van de los 265 caballos (en sus versiones convencionales) hasta los 530 (en las variantes deportivas, conocidas con la letra M), una caja secuencial de ocho velocidades y una instrumentación completamente digital, se conjugan en este modelo que, en Europa, tendrá una gama de precios que va desde los 83.000 hasta los 115.000 euros.
Ya al conocerse su creación, en 2014, Surrey NanoSystems había definido la exclusividad del Vantablack, tanto que le había otorgado el permiso de uso que excediera los fines industriales sólo al escultor indio Anish Kapoor, reconocido por sus monumentales obras en distintas ciudades del mundo, entre ellas la Cloud Gate, coloquialmente conocida como «The Bean» («El Poroto»), una estructura de 20 metros de altura hecha con 168 placas de acero inoxidable, que en 2006 fue inaugurada en el Parque Millenium de Chicago.
Y en 2019 le permitió a BMW usar esta tonalidad para un vehículo de líneas esculturales. «Habíamos rechazado pedidos de muchos fabricantes de autos. Pero esa idea desapareció cuando nos pidieron el Vantablack para el X6», sostuvo Ben Jensen.
Pensar en la fabricación en serie de autos con pintura Vantablack resulta altamente improbable por ahora, por lo dificultoso del proceso industrial (se aplica en vacío) y porque es una tonalidad extremadamente susceptible a dañarse por un leve roce. Y así debería pasar casi todas las semanas por el chapista.
Fuente: Infobae.com