La novena generación del Volkswagen Golf se encuentra en una complicada tesitura, pues aún no tiene un futuro completamente asegurado. El que tal vez es el modelo generalista con más solera del mercado tiene en los plazos de llegada al mercado su peor enemigo, por lo que asumiendo que Volkswagen no dejará morir al que es su modelo más icónico, una completa electrificación de la novena generación del Golf cobra cada vez más sentido.

Volkswagen confirmó tiempo atrás que tanto Golf, como Passat y T-Roc contarían con una generación más, pero tal vez se tratara de una confirmación que se adelantó a acontecimientos clave, como la prohibición de coches nuevos con mecánicas térmicas en Europa para 2035 y de Reino Unido en particular para 2030.

Todo se reduce a una cuestión de plazos. La actual generación del compacto alemán, la octava, lleva dos años siendo comercializada, lo que indica que debería recibir en breves (uno o dos años) un restyling de media vida para que la generación culmine su vida comercial en torno al año 2026 ó 2027.

Esto nos dejaría con una novena generación cuyas mecánicas térmicas e híbridas (incluidas las enchufables) no podrían completar un ciclo de vida lo suficientemente largo como para amortizar el proyecto, teniendo en cuenta que daría comienzo a sus ventas alrededor de 2028.

De hecho, su hubiera más países que se adelantaran a Europa o incluso Reino Unido en el veto de la combustión interna, el Golf podría directamente no volver a ver la luz, o al menos con mecánicas convencionales, y si llegase, lo haría gracias a una subida en sus precios muy significativa.

Por todo lo anterior, el actual CEO de Volkswagen, Thomas Schäfer admite que aún no han tomado una decisión definitiva en cuanto al futuro del Golf. Una situación que da una muestra de lo complicada que es la transición al coche eléctrico. De ello se ha hecho eco el diario alemán Welt.de y más tarde la matriz de Motor1.

Por otro lado, Volkswagen ya tiene un coche eléctrico compacto en el segmento C, el Volkswagen ID.3, lo que también plantea un reto para la marca dentro de su propia gama de productos si quisieran continuar con la vida del Golf en formato eléctrico.

Dadas las sinergias que existen entre todas las marcas del Grupo Volkswagen, es previsible pensar que si el Golf se vuelve un coche eléctrico, también lo hagan otros coches similares dentro del consorcio alemán.

En este sentido, Audi ya ha confirmado que la próxima generación del A3 llegará bajo la forma de un coche eléctrico, por lo que si la ingeniería de ambos modelos siguiera desarrollándose de forma conjunta, tal y como ha sucedido hasta ahora con las últimas generaciones, el Volkswagen Golf debería estar un poco más cerca de convertirse en un coche 100 % eléctrico.