A un coche autónomo, en términos objetivos y sin entrar en tecnicismos, le sobran los elementos de control como el volante y los pedales. Es la inevitable meta final de esta tecnología, pero para poder hacerla realidad es preciso que las autoridades de los países adapten primero su legislación.

En este último paso se encuentran en Estados Unidos donde dos de sus tres grandes fabricantes de automóviles, Ford y General Motors, ya han elevado una petición formal ante su gobierno para desplegar vehículos autónomos sin elementos de control humano.

Tal y como recoge Reuters, ahora la pelota está en el tejado de la NHTSA. La agencia estatal responsable del tráfico y la seguridad vial ya ha recibido las respectivas peticiones, las cuales tendrán que pasar por un periodo de alegaciones de treinta días.

Tanto para Ford como GM, ésta no es ni de lejos su primera excursión en la conducción autónoma. En el caso de los de Dearborn solicitan expresamente una exención especial para siete normativas de seguridad diferentes, lo cual les permitiría ensayar en carretera abierta durante varios años con un máximo de 2.500 ‘vehículos laboratorio’ en activo cada año.

El objetivo de los test sería el desarrollo de sistemas de autonomía de nivel 4para los futuros Ford de producción. Dichos prototipos, asimismo, contarían con mecanismos que permitirían a un técnico humano recobrar el control en caso de emergencia si bien, como indica la redacción de la solicitud, se realizaría de una manera «no convencional».

Por su parte GM eleva su actual apuesta y busca que la NHTSA autorice la puesta en circulación del Cruise Origin, un taxi eléctrico provisto de autonomía también a nivel 4. Presentado en 2020, el Origin sería el sustituto de los AV que actualmente opera esta filial en San Francisco.

Y precisamente esto último podría ser el mayor obstáculo a su solicitud, pues  apenas un mes desde la inauguración oficial de su servicio los Cruise AV ya han protagonizado algunos sonados incidentes, entre ellos una colisión que está bajo investigación por la misma agencia.

Mientras tanto China, el gran competidor de EE UU en esta carrera, ya tiene casi a punto su primer vehículo autónomo donde el volante es opcional y desmontable. Se trata del Baidu Apollo RT6, y está previsto que llegue a las calles del gigante asiático para la segunda mitad de 2023.

Fuente: Motorpasion.com