En pleno año 2017, excelente para la industria automotriz, llegaba al país la pik up mediana Foton Tunland, la primera de fabricación china, con la novedad de incorporar un motor Cummins turbo diesel de 2.8 litros y 171 cv (360 nm de torque). Era, sin dudas, una novedad interesante para poder probar y comparar con la competencia local, muy fuerte por cierto.
Pero como todo producto y marca desconocidos debió comenzar muy de a poco, y a un año del desembarco, se desató una devaluación monumental de nuestra moneda, lo que hizo que la Tunland, en dólares, se encareciera mucho.
El panorama macroeconómico les pegó fuerte a todas las marcas chinas, que además de tener que posicionarse, habían perdido un argumento de venta clave como era el precio.
No obstante, la Tunland tiene otra sólida cualidad: su motor y demás partes, de marcas reconocidas. A saber: el motor como dijimos es Cummins, es decir la misma marca que el que equipa nada menos que a la RAM 2500; también suma elementos de marcas como Getrag, Borg Warner, Dana y Bosh.
Gracias a los amigos de Oriental Motors, concesionario oficial Foton y BAIC en Mendoza, pudimos probar la Tunland. Lo hicimos en ciudad, en ruta y en varios caminos de tierra y de ripio, algunos en muy mal estado.
Lo primero que tenemos que decir es que la chata nos gustó. La única versión que hoy se ofrece en el país es la Luxury, con tracción 4×4 con reductora y equipamiento full, que incluye por ejemplo estribos y cubre caja de serie. Además, suma freno a discos en las cuatro ruedas, doble airbag frontal, frenos ABS (con EBD), ESP, control de tracción, anclajes Isofix, llantas de aleación de 17 pulgadas y equipo multimedia.
Las primeras sensaciones es que estamos ante un producto simple, de calidad, bien hecho y robusto. El diseño no es disruptivo ni mucho menos, pero está bien teniendo en cuenta la competencia. El instrumental cuenta con 4 agujas y una muy modesta computadora de a bordo.
Pero nos gustaron los materiales de la Tunland, su calidad percibida y cómo está todo presentado un encastrado. En los tramos de mayor castigo, la chata ni se inmutó, y eso que le dimos.
A su vez, el confort de marcha pasó la prueba del riñón, por la cual cuando una camioneta va vacía por caminos irregulares, es el órgano vital el que más sufre. En este caso, la Tunland filtra las irregularidades del camino, siempre teniendo en cuenta que estamos ante un vehículo de trabajo.
El motor es un punto a destacar. Se lo nota enérgico, responde siempre, tiene torque y potencia, y no defraudará al fanático de las chatas diesel. La caja de cambios, a su vez, es bien de camioneta, con recorridos largos y escalas bien marcadas.
En definitiva, la Tunland cumple con todo lo que debe cumplir si su objetivo es comenzar, muy de a poco, a hacerse un lugar nada menos que en el país de las chatas.
Teniendo en cuenta que es una versión tope de gama, 4×4 con reductora y equipamiento full, los 27.000 dólares que cuesta no parecen una locura, aunque hay que tener en cuenta que es un modelo nuevo, de una marca desconocida. Sin embargo, el motor Cummins y las demás marcas que avalan el producto con sus autopartes, son un guiño para el entendido.
Ficha técnica
Motor: Diesel
Cilindrada: 2.8 litros
Potencia: 171 cv
Torque: 360 nm
Consumo mixto: 11,5 litros/100 Km
Precio: 27.000 dólares
Fuente: MDZOL.COM