En marzo pasado Hyundai introdujo la séptima generación del popular Elantra, conocido también en otros mercados como Avante. El tres cuerpos surcoreano llegó con una estética muy afilada y agresiva, difícil de encontrar en un segmento caracterizado desde siempre por la sobriedad y el recato. Pero a decir verdad, el Elantra continuaba hasta ese minuto siendo un clásico sedán de emociones más bien contenidas (motor 1.6 aspirado de 120 Hp). Eso hasta ahora, porque Hyundai acaba de develar el Elantra N Line, una variante tope de gama que recurre a un motor turboalimentado para hacer crecer la adrenalina. Desarrolla 201 caballos.
Y precisamente bajo el capó es donde se encuentra el gran salto de este sedán más salvaje. Lleva un bloque 1.6 litros con turbo, pareado a una caja manual de seis relaciones o una doble de siete marchas con levas al volante, según elija el cliente. La unidad desarrolla los citados 201 Hp y 265 Nm. La emoción se conjuga con llantas deportivas de 18″ Glossy Black y el sistema de suspensión independiente trasero y frenos más grandes.
El aspecto sport está dado por diseño interior de elementos como un volante en cuero perforado con insertos metálicos, al igual que la palanca, asientos también en cuero y pedales de aleación de aluminio. Por fuera, la grilla tipo cascada luce más agresiva con el logo N Line inserto en los patrones geométricos de la grilla. En la zaga, en tanto, el Elantra N Line suma al spoiler integrado, una doble salida de escapes y difusor, para agregar un estilo basado en la performance.
Junto con esta presentación, la marca de Corea del Sur anuncia que en el corto plazo -antes de que termine el año- sumará también un Sonata N Line, que estará impulsado por un motor 2.5 turbo. ¿Será el mismo del Genesis G80 que desarrolla 304 Hp?
Fuente: La Tercera